viernes, 17 de junio de 2011

Sin fuerzas para seguir luchando


Es una veneno que recorre tus venas, es un malestar profundo del interior. ¿No sientes como te quema por dentro? ¿No tienes los nervios a flor de piel? No te deja pensar, no te deja concentrarte y no te deja vivir. Miedo. Oscuridad. Velocidad. Descontrol. ¿Pero que pasa? Concéntrate, hazlo. Escucha. No, no puedo, solamente puedo oír. Estrés, por llamarlo de una forma, a esa sensación que me atormenta. Tormento interior, demasiado profundo. Sácalo. Sácalo pronto porque siento que me ahoga. Ese veneno recorre mis pulmones y los estruja como hojas marchitas, sácalo que no lo soporto. Ahora tengo miedo, miedo a que me venza, miedo a ser más débil. Quiero gritar. Si, GRITAR. ¿Si grito muy, muy fuerte, saldrá fuera? Me siento como si estuviese dentro de una lata de hojalata oxidada, encerrada sin salida y desgastada. Sácame, sácame pronto. Me siento pequeña y agobiada, triste y desolada. ¿Pero que tengo que hacer? Se que nadie lo sabe, ni yo misma lo sé, y sola en un mar de lágrimas me ahogaré.